El clima se puede definir como el ‘tiempo promedio’ y se describe en términos de la media y la variabilidad de sus principales características, como temperatura, precipitación y viento, durante un periodo de tiempo que puede extenderse de meses a miles o millones de años.
El clima refleja cómo el tiempo se comporta a largo plazo, y como tal es necesario hacer la distinción con el tiempo que es la condición meteorológica que experimentamos diariamente, caracterizada por la precipitación, el viento, la temperatura, etc. Las condiciones meteorológicas, cómo la temperatura promedio anual de la superficie de la tierra, cambian en el transcurso del tiempo. Los pequeños cambios de estas condiciones pueden provocar eras de hielo o periodos de calentamiento.
Durante el último siglo, se ha observado un aumento de la temperatura en la superficie de la tierra de +0.76ºc. Existen varios factores naturales que pueden ejercer influencia sobre el clima, como son los cambios de la órbita terrestre alrededor del sol, las erupciones volcánicas o los periodos de actividad solar aumentada o disminuida. Sin embargo, la tendencia de calentamiento actual está ligada, principalmente, con el aumento en la atmósfera de la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) que atrapan el calor, como son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido de nitrógeno (N2O).
El 4to Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en inglés) de 2007 confirmaba que el calentamiento mundial es inequívoco y que probablemente se deba a las actividades humanas (las llamadas actividades antropogénicas) y ha ido aumentando desde el principio de la era industrial (desde 1750). Estas actividades incluyen, entre otras, la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), la destrucción de la superficie forestal y las prácticas agrícolas que provocan el aumento en la concentración de GEI en la atmósfera.
Ya en el 5to Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de 2014 (IPCC, en inglés) de 2007 se argumenta que la influencia humana en el sistema climático es clara, y las emisiones antropógenas recientes de gases de efecto invernadero son las más altas de la historia. Los cambios climáticos recientes han tenido impactos generalizados en los sistemas humanos y naturales. Por ello afirma que el calentamiento en el sistema climático es inequívoco, y desde la década de 1950 muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en los últimos decenios a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado.
En los últimos decenios, los cambios del clima han causado impactos en los sistemas naturales y humanos en todos los continentes y océanos. Los impactos se deben al cambio climático observado, independientemente de su causa, lo que indica la sensibilidad de los sistemas naturales y humanos al cambio del clima.
Los efectos del calentamiento mundial ya se pueden observar en el derretimiento de glaciares, el aumento en la frecuencia de eventos hidrometeorológicos extremos como son, la sequía, los ciclones o tormentas de lluvia, la subida del nivel del mar y los cambios en el crecimiento de las plantas que afectan a la agricultura y la producción alimentaria. Se espera que se intensifiquen estos y otros cambios observados y que tengan un grave impacto sobre la humanidad y el medio ambiente a nivel mundial, sobre todo si NO se toman medidas drásticas para reducir las emisiones de GEI a la atmósfera.